miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cuento: Los Recuerdos de Julius Herder


Ilustración de Santiago Caruso

Julius Herder despertó esa mañana sin poder recordar lo que había soñado. Una inquietante sensación de irrealidad parecía flotar a su alrededor, como si el mundo se hubiera vuelto impreciso, borroso. Debió esperar hasta las primeras horas de la tarde para que sus pensamientos se volvieran a asentar en el lugar que les correspondía. 

Tras un almuerzo ligero decidió dar un paseo por la ciudad, esperando que el contacto con otras personas le ayudara a despejar sus ideas. Antes de salir tomó su sombrero, su abrigo y el libro que aguardaba hacía semanas sobre el velador de su dormitorio y que hablaba sobre agujeros negros y universos paralelos. 

viernes, 23 de agosto de 2013

El Arte del Microrrelato



En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mi escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular...El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
(Un Sueño, Jorge Luis Borges)


miércoles, 14 de agosto de 2013

Cuento Breve: La Búsqueda de Moses


Denes se deslizó sobre los húmedos adoquines de la ciudad, acortó camino por oscuros corredores, evadió a una jauría de perros callejeros y se dirigió a los cerros boscosos ubicados en la periferia de la gran urbe. Como todas las noches trepó al árbol más alto, un alerce de tronco retorcido y hojas negras, y se sentó a observar la noche, silencioso y pensativo. Estuvo así un rato hasta que lo distrajo una silueta gris que se movía con lentitud al nivel del suelo. Curioso, como todo gato, Denes bajó del árbol y siguió a la silueta que resultó ser otro gato, aunque este parecía mucho más viejo y maltratado por la vida.


jueves, 4 de julio de 2013

Cuento Breve: El Águila y el Búho


Esa noche, Quon, Ojos de Águila, siguió el sendero que llevaba a la ciudad de Lijiang, ubicada al norte de la provincia de Yunnan. Se sentía cansado y somnoliento, deseoso de encontrar un lugar donde dormir y algo con que llenar su estómago. Sus afilados ojos castaños urgaban en la oscuridad que le rodeaba, pues sabía que no había camino seguro para él. A un costado de su cintura reposaba la espada que había pertenecido a su padre, y aún antes al maestro de este, Yan-Tao. Intuía que más pronto de lo que deseaba tendría que perturbar su silencioso descanso.

A los ojos de los demás no era más que un simple mendigo, aunque su postura era orgullosa y su mirada penetrante. Conservaba los rasgos suaves de su madre, aunque endurecidos por la vida a la intemperie, escondido en los profundos valles, cobijado bajo el cielo nocturno. No podía recordar un hogar, pues nunca lo había tenido. Los ancianos, que llegaron sin ser llamados la noche de su nacimiento, predijeron que jamás conocería descanso alguno. Sus ojos, aún entonces, miraban el mundo con resignación, como un espíritu antiguo que se hubiera visto obligado a reencarnar en aquella aldea perdida entre las montañas.

miércoles, 3 de julio de 2013

Lovecraft según Lovecraft


Escrito para The Best Short Stories of 1928 and the Yearbook of the American Short Story, 1928

"Lovecraft, Howard Phillips. Nacido de vieja estirpe yanqui-inglesa el 20 de agosto de 1890, en Providence, Rhode Island. Siempre ha vivido aquí, excepto durante breves períodos. Desde muy pronto se interesó en los colores y misterios de las cosas... Ahora se dedica con bastante seriedad a escribir cuentos de sueños, sombras extrañas y “exterioridades” cósmicas, sin olvidar una visión de escéptico racionalismo y un celoso respeto por las ciencias. Vive tranquilo y sin sobresaltos, con gustos antiguos y clásicos. Es un devoto de la atmósfera colonial de Nueva Inglaterra. Sus autores preferidos —en el sentido más íntimo y personal— son: Poe, Arthur Machen, lord Dunsany, Walter de la Mare, Algernon Blackwood... Conservador en cuanto al método y la perspectiva general, pero totalmente compatible con la fantasía en el arte y el materialismo mecanicista en la filosofía. Vive en Providence, Rhode Island."

sábado, 22 de junio de 2013

Cuento: La Isla del Hada, de Edgar Allan Poe


Hoy quiero compartir con ustedes uno de esos cuentos poco conocidos de Edgar Allan Poe, un tanto alejado de su obra más difundida. Bien sabemos que el taciturno escritor norteamericano es conocido por sus relatos macabros (¿a alguien le suena El Gato Negro o El Corazón Delator) y sus cuentos más agudos (Los Crímenes de la Calle Morgue, La Carta Robada) pero hoy traigo una narración breve que coquetea con el género de los Cuentos de Hadas, aunque, por supuesto, desde una perspectiva mucho más sombría y melancólica. Desde mi humilde perspectiva, el texto completo es una joya oscura, que da cuenta de la obsesión del autor por temáticas como las ciencias, la contemplación del mundo natural, la soledad y la muerte. Como suele suceder en los cuentos de Poe, la primera parte se acerca más al ensayo académico, donde el autor expone sus concepciones sobre la contemplación de la naturaleza, dando cuenta de una visión del universo cercana al Panteísmo, para finalmente comenzar con la narración propiamente tal, que es donde aparece el elemento fantástico, que, a mi juicio, está bellamente logrado.

¡Que disfruten de la lectura!

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuente Breve: El Silencio de las Flores

Para Arthur Machen

Todas las mañanas, al despuntar el alba, Ofelia dejaba el calor de su cama y se encaminaba al pequeño invernadero que tenía en el jardín trasero de su casa.

Ya había entrado en la tercera edad, pero a pesar de que los años habían trazado surcos en su piel, aún conservaba un poco de la belleza de su juventud. Delgada, de rasgos suaves y una sencilla melena gris coronando su cabeza, su figura evocaba a esas antiguas estrellas del cine de los años veinte.

Acostumbraba llevar largos vestidos con estampados florales, y las flores eran, en efecto, el centro de su vida. No había nada en el mundo que le produjera mayor placer que el encerrarse jornadas enteras en aquel blanco invernadero donde cultivaba las más diversas variedades de rosas, narcisos, crisantemos y otros tantos tipos más, cual más colorido que el anterior.

jueves, 7 de marzo de 2013

Cuento Breve: Un Extraño en la Puerta


Cenaban en silencio alrededor de la mesa. La noche se asemejaba a otras noches, aunque algo había distinto esta vez; la oscuridad era más densa, el frío más penetrante, los sonidos más apagados.

Era una familia de cuatro miembros: el padre, la madre, la abuela y un hijo pequeño.

Una lámpara ubicada en un rincón iluminaba la habitación, un cuarto pequeño y austero, apenas decorado con unas pocas pinturas de segunda mano. Las cortinas que cubrían las ventanas estaban sucias y desgastadas. En el exterior se podía escuchar el rumor del viento, a veces más fuerte, otras apenas perceptible. Junto a la puerta, recostado cerca de una estufa, dormitaba un viejo gato gris.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Borges: Por qué no escribo novelas

Una vez le preguntaron a Borges:

Profesor, sus poemas y sus cuentos son muy bien conocidos en el extranjero, pero creo que usted no ha escrito ninguna novela. Si es así, quisiera preguntarle si hay alguna razón específica.

Yo creo que hay dos razones específicas: una, mi incorregible holgazanería, y la otra, el hecho de que como no me tengo mucha confianza, me gusta vigilar lo que escribo y, desde luego, es más fácil vigilar un cuento, en razón de su brevedad, que vigilar una novela.

Es decir, la novela uno la escribe sucesivamente, luego esas sucesiones se organizan en la mente del lector o en la mente del autor, en cambio uno puede vigilar un cuento casi con la misma precisión con que uno puede vigilar un soneto: uno puede verlo como un todo.