domingo, 23 de noviembre de 2014

Cinco años

Nunca he sido un hombre que le dé demasiada importancia a las fechas, algo de lo que pueden dar fe aquellos que me conocen más de cerca, sin embargo, creo que el día de hoy amerita esta entrada: el dragón cumple cinco años de existencia y lo hace sobrepasando las cien mil visitas. Cinco años en que yo, su creador y administrador, he pretendido recorrer el camino de un escritor de literatura fantástica, compartiendo mis cuentos y alguna que otra divagación improvisada sobre el arte de escribir. Cinco años que se desvanecieron tan rapidamente que casi me asusta.

jueves, 9 de octubre de 2014

Cuento: Un sueño en Ginebra


Repentinamente me encuentro caminando por un sendero rodeado de árboles, y aunque no conozco el paisaje me siento extrañamente regocijado ante la visión de los pinos mecidos por la brisa y un cielo primaveral apenas revestido de unas pocas nubes. En algún momento, y sin tener consciencia del trayecto que he recorrido, llego a un bosque vasto y silencioso. Penetro en él, impulsado por la curiosidad. Un anciano se encuentra sentado frente a un tablero de ajedrez, junto a la sombra del nogal más grande que he visto jamás. Sus manos se apoyan ligeramente en un bastón de madera. Me acerco y tomo asiento en la silla que se encuentra vacía. Tiene el cabello corto y blanco, y viste un pulcro traje negro. Del mismo color es la corbata, que descansa sobre una camisa blanca. Me sonríe con una sonrisa amplia y honesta.
Sin sorpresa, pues en los sueños no hay sorpresa, me doy cuenta de que es Borges. El escritor de prodigios y maravillas, el niño que jamás abandonó la biblioteca de su padre, el maestro ciego. Y a pesar de que sus ojos no pueden ver tengo la seguridad de que me observa.
Con un leve movimiento mueve un peón blanco, invitándome a jugar con él.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Cuento: En las profundidades


El edificio se levantaba ante él como el cadáver de una criatura gigantesca y repulsiva, olvidada junto al borde del camino. El día comenzaba a decaer rápidamente, demasiado rápido para su gusto, por lo que apuró el paso. El silencio que reinaba en aquel sitio lo hacía sentirse inquieto. El muchacho hubiera esperado la presencia de algún perro solitario, o uno que otro pájaro en las inmediaciones, pero no había nada, excepto por la densa vegetación que había ido creciendo alrededor de la estructura a lo largo de los años.
No tenía idea de cuánto tiempo llevaba abandonada, pero sabía que en algún momento, durante la infancia de sus padres, había sido un importante centro deportivo, y como era de esperarse había terminado siendo reemplazada por un complejo mejor equipado y mucho más moderno en el centro de la ciudad. Ahora no era más que una mole gris que parecía resistirse al inexorable paso del tiempo.

martes, 29 de julio de 2014

Cuento: Preludio (o las sombras que se esparcieron)


Era de noche y en el cielo apenas había un puñado de estrellas. El muchacho, oscuro y alargado, caminaba presuroso a través de una solitaria calle de un barrio residencial. Las casas, vagas siluetas a esa hora, parecían dormir el mismo sueño profundo que sus ocupantes. No había una sola luz en las ventanas, ni el más mínimo sonido en el aire, excepto, claro está, por las pisadas del muchacho, cuyo eco se extendía y multiplicaba a su alrededor.
¿Había algo particular en el muchacho? Un observador común habría respondido que no, pero alguien con una mirada más aguda habría reparado en sus ojos de un intenso color musgo, en sus cabellos grises y su rostro pálido. Habría advertido asimismo la inusual delgadez de sus miembros y la ligereza de sus pasos, como si se tratara de un gato que ha mudado su forma a la de un humano. Pero el muchacho no era un gato. Tampoco era un humano.

domingo, 11 de mayo de 2014

Cuento: A través del Cristal


Comparto con ustedes una versión editada de mi cuento El Hechicero Errante, publicado originalmente en Fantasía Austral. Básicamente eliminé los excesos en la prosa y las descripciones que, más que aportar a la historia, distraían. También decidí cambiar el título del relato ya que la palabra Hechicero podía generar falsas expectativas en cuanto al contenido de la narración. Como bien saben, tengo pensado publicar una compilación con algunos de mis cuentos y es muy probable que este texto esté incluido en la misma, así que cualquier comentario será bienvenido. Espero disfruten con la lectura. 
Saludos.