martes, 21 de febrero de 2012

Cuento Breve: Un Violinista en Thüringer


Una fría mañana de otoño, un joven violinista apareció entre los sombríos robles del bosque de Turingia, en Alemania. Vestía un largo abrigo negro. Una boina gris le cubría la cabeza. El instrumento, de impecable factura, dormitaba en un pequeño maletín.

Con cuidada elegancia, como si se encontrara frente a un público selecto, el joven comenzó a tocar una triste melodía, parado, solitario en medio del vasto bosque. Su rostro reflejaba un hondo pesar. Los ojos estaban cerrados, como si aquella música evocara algún recuerdo, más aquel recuerdo no era feliz. La frágil silueta del joven, su pálida faz, los largos dedos, le hacían asemejarse a un triste fantasma. A veces un suave viento lo envolvía, moviendo levemente, con gentileza, sus negros cabellos.